viernes, 27 de marzo de 2015

Allí donde la mirada se desvía

De Emmanuel Gras conocíamos Bovines ou la vraie vie des vaches, una pequeña joya del cine rural estrenada en 2012. De Alina Dalbis sabíamos que desde hace más de una década trabaja en torno al tema de la exclusión, de la precariedad más extrema y la marginación más profunda, y que con esa experiencia filmó en 2006 el cortometraje Nadia, el cual documenta la vida en un refugio para gente sin hogar en Marsella. Juntos los dos cineastas realizaron 300 hommes, un impactante registro del interior de un centro de reinserción social que administra la Fondation Saint-Jean-de-Dieu (avatar contemporáneo de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios) en el sureste de Francia.
 
Al igual que L’abri del documentalista suizo Fernand Melgar, 300 hommes focaliza sobre uno de esos lugares en los que encuentran contención aquellas personas que no nada tienen. En ambas películas, entonces, la misma incomodidad. Empero el propósito de las dos obras es diferente. Fiel a su estilo, Melgar ubica la cámara allí donde una barrera invisible separa a las personas, testimoniando de ese modo que esa situación produce la injusticia en un país como Suiza, el cual vive obnubilado con la idea de contener a la miseria del mundo que a diario le golpea la puerta.

Gras y Dalbis, a diferencia de Melgar, demuestran poco interés por el funcionamiento de los refugios para desamparados, pues lo que a ellos parece importarles es más bien la gente misma que los frecuenta. Sin detenerse en la mecánica que rige sobre ese tipo de institución, los cineastas franceses trabajan por visualizar a esa microsociedad de la carencia, a la cual la rige el drama cotidiano de asegurar un plato de comida para comer y un techo debajo del cual dormir.

300 hommes escruta la humanidad que queda en esos sitios donde la mayoría parece escapar de una durísima vida de subsistencia y sin expectativas, refugiándose en el silencio, el humor, la desesperación, el llanto y también la locura.   

El lugar en donde el documental fue filmado no es un hallazgo de Gras y Dalbis: desde hace siglos ya que los Hermanos de San Juan de Dios albergan a los desamparados en sus noches de padecimiento, practicando así lo que antaño se llamaba “caridad” y hoy en día es visto como mero “trabajo social”. Los que concurren al Centro Forbin buscan urgentemente un refugio, sin embargo otros van para que los ayuden en el arduo proceso de reinsertarse a un mundo que los ha expulsado.

Tanto 300 hommes como L’abri pueden ser vistos como contrapuntos de otros dos excelentes documentales: Au bord du monde (de Claus Drexel), que aborda el tema de la exclusión en París, y Se battre (de Andrea Santana y Jean-Pierre Duret), una magnífica obra sobre la dignidad humana. Obras que capturan esos rostros que muchos se ocupan de ocultar, obras que obligan a ver lo que los ojos habitualmente desean negar.

0 comentarios:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails