No es la primera vez que un escritor francés aborda a los crímenes de Escoire, ya que la estructura del episodio se asemeja a lo que en la literatura policial se conoce como "misterio de habitación bajo llave". Jacques Lagrange con Du crime d'Escoire au « Salaire de la peur » de 1999 y Guy Penaud con Le triple crime du château d'Escoire de 2002 son dos casos recientes de autores curiosos con los luctuosos acontecimientos, pero fue Maurice Garçon, el abogado de Girard en el juicio de 1943, el que inauguró la tradición de escribir acerca del asunto tras publicar L’affaire Girard en 1945 (libro que, en realidad, reúne las actas del proceso judicial). Lo original de Jaenada es que afronta el asunto desde el campo de la ficción. O algo así.
Asumiendo el papel de detective, Jaenada actúa como si fuese un Sherlock Holmes moderno que fue convocado para aclarar las cosas setenta y cinco años después de que ocurriesen. Y, dado que por una cuestión cronológica no puede visitar la escena del crimen para buscar las pistas que lo ayuden en su empresa, se dedica a peritar la información disponible sobre lo sucedido en el castillo de Escoire.
Por ello el libro reconstruye la biografía de Girard y revisa lo que quedó registrado del juicio en su contra. Pero para darle un efecto de realidad a su novela, Jaenada se ocupa también de mezclar la historia protagonizada por Girard con su propia experiencia como escritor que trabaja en la elaboración de libros literarios y que ha decidido embarcarse en la tarea de develar la verdad sobre un triple crimen. Y esto es, quizás, lo más reprochable de la obra, ya que el autor no puede evitar caer en la autoficción, y termina hasta hablando de sus libros anteriores y de cómo cree ser digno de recibir el Premio Goncourt. La experiencia de La serpe se convierte, entonces, en algo similar a mirar una película o un documental donde, en medio de la historia, aparece la imagen y la voz del director para contar el detrás de escena de lo que se está viendo, como si ello importara tanto como lo otro.
Además Jaenada procura escribir de modo disgresivo, como paseando al lector por lugares que no están necesariamente relacionados con Girard ni con lo que se lo acusó que hizo. Y no falta el humor en las páginas, algo característico del autor pero, de nuevo, no enteramente ajustado a lo que el tema de su libro aborda. Leer La serpe es una cuestión de tenacidad.
* Jaenada, Philippe. La serpe. París: Julliard, 2017. 20 €
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