En Francia existe la costumbre de
regalar un ramo de muguetos a los amigos y familiares el primer día del mes de
mayo. El mugueto es una florecilla blanca, conocida también como lirio de los
valles o lágrimas de María, cuyo aroma es dulce y agradable.
La flor es nativa del norte de
Europa, pero la tradición folklórica cristiana la identifica como vinculada a las
congojas de la Virgen María ,
del Rey Salomón o incluso de Eva. De allí también que los muguetos sean vistos
por algunos como un símbolo del advenimiento de la felicidad eterna que
producirá la Parusía.
Se supone que la costumbre de
regalar flores en el Día del Trabajo es muy anterior a 1889: aparentemente Carlos
IX o Catalina de Médici habrían estimulado el obsequio de muguetos a mediados del
siglo XVI. Sin embargo dicha historia está cuestionada. Probablemente la idea
de regalar flores blancas surgió en algún momento de comienzos del siglo XX, concebida
por ciertos sectores empresariales para contrarrestar la propuesta de los
sindicatos de promover el uso de rosas y claveles rojos como señal de
conmemoración de las víctimas de la revuelta de Haymarket.
Lo cierto es que esta costumbre
está muy viva en la Francia
de hoy, pero es practicada fundamentalmente por gente mayor de 50 años. Entre los
más jóvenes es cada vez menos frecuente encontrarse con individuos preocupados
por adquirir muguetos al comenzar mayo (es común que una persona joven compre
un ramo para regalárselo a una persona mayor, pero el intercambio de muguetos
entre gente menor de 50 años se está volviendo algo anómalo).
El reemplazo oficial del mugueto
en lugar del clavel y la rosa como la ornamentación floral del primero de mayo en
Francia lo decretó el Mariscal Pétain, y desde entonces los productores de la
florecilla esperan ansiosos a que abril termine para vivir su primavera de
ventas. Una ley establece que, durante el primero de mayo, cualquiera puede
salir a la calle y vender muguetos en Francia, sin necesidad de tener una
licencia o emitir comprobantes de pago. Muchos se benefician de ese estado de excepción (el Partido Comunista Francés, por
ejemplo, asegura recaudar algo así como medio millón de euros gracias a las
florecillas).
La movida comercial es tan grande
que, según FranceAgriMer, el mugueto es una industria que anualmente emplea a cerca
de 6000 personas y que genera ingresos de 90 millones de euros.
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