Después de su documental Kigali, images d’un massacre (2006), el cineasta Jean-Christophe Klotz monta ahora con Lignes de front su versión imaginaria de los espantosos asesinatos de Ruanda. La película intenta reconstruir la explosiva y caótica situación por la que atravesó el país africano en 1994 a través de dos miradas: la nativa (representada en el personaje de Clément, un miembro de la etnia hutu que busca desesperadamente a su prometida tutsi) y la extranjera (encarnada en Antoine, un periodista y fotógrafo que debe viajar hasta los cuarteles de las Fuerzas de Paz de la ONU para entrevistar a un general canadiense que cuestiona la decisión internacional de no intervenir en el conflicto). La elección de ambas perspectivas pretende que la narración de la historia se efectúe desde una posición neutra, por lo que el significado político del genocidio ruandés se diluye ante la reflexión moral que la cinta propone.
En una obra como esta la violencia termina siendo la protagonista principal. Más precisamente lo central aquí es el total repudio hacia las acciones genocidas. Las cámaras siguen a los personajes mientras atraviesan un infierno de factura humana, decorado con miles de cadáveres, innumerables insectos e incomprensible atrocidad.
Lignes de front es una película personal, es un modo que Klotz tiene de denunciar no un acontecimiento histórico que ya ha sido denunciado hasta el cansancio*, sino la terrible crueldad de la que pueden ser capaces los seres humanos, tanto quienes alentaron y organizaron las masacres como quienes no hicieron nada para evitarlas.
* Hay, incluso, varias ficciones sobre el tema: Un dimanche à Kigali (2006) y Le jour où Dieu est parti en voyage (2009). Y, claro, muchos documentales: Une république devenue folle: Rwanda 1894-1994 (1995), Tuez-les tous! (2004), Après - Un voyage dans le Rwanda y Rwanda, les collines parlent (ambos de 2005).
En una obra como esta la violencia termina siendo la protagonista principal. Más precisamente lo central aquí es el total repudio hacia las acciones genocidas. Las cámaras siguen a los personajes mientras atraviesan un infierno de factura humana, decorado con miles de cadáveres, innumerables insectos e incomprensible atrocidad.
Lignes de front es una película personal, es un modo que Klotz tiene de denunciar no un acontecimiento histórico que ya ha sido denunciado hasta el cansancio*, sino la terrible crueldad de la que pueden ser capaces los seres humanos, tanto quienes alentaron y organizaron las masacres como quienes no hicieron nada para evitarlas.
* Hay, incluso, varias ficciones sobre el tema: Un dimanche à Kigali (2006) y Le jour où Dieu est parti en voyage (2009). Y, claro, muchos documentales: Une république devenue folle: Rwanda 1894-1994 (1995), Tuez-les tous! (2004), Après - Un voyage dans le Rwanda y Rwanda, les collines parlent (ambos de 2005).
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