miércoles, 19 de mayo de 2010

In your face(book)

Las muchedumbres siempre son incómodas, especialmente para quienes no forman parte de ellas. Existen muchos factores por los que una muchedumbre puede constituirse. En Francia, últimamente, es el alcohol el que reúne a grandes cantidades de personas. Aunque, en rigor, no es el alcohol, sino Facebook.
La red social favorita de los franceses es, actualmente, Facebook. Su crecimiento sostenido así lo indica. Sin embargo en el Hexágono aún es muy popular Skyrock.com, especialmente entre los jóvenes. Skyrock.com evolucionó a partir de una plataforma de blogs que una famosa radio ofrecía gratuitamente para los internautas a principios de la década de 2000. La disputa entre una y otra red se va tornando cada vez más fuerte.
La última estrategia de Facebook consiste en golpear directamente sobre el riñón de Skyrock.com: los adolescentes. Para ello se promueve a través de su espacio la nueva moda de los “apéros géants” [“las previas gigantes”]. El fenómeno ya ha tenido lugar en varias ciudades, copando  sitios centrales de las mismas: la explanada del General Charles de Gaulle en Rennes, la Plaza de Europa en Montpellier, el jardín del Castillo en Caen, etc. El público que asiste al evento –que, en su mejor momento, ha alcanzado las diez mil personas– está compuesto mayormente por hombres y mujeres que van desde los 16 años (edad legal para poder beber alcohol en Francia) hasta los 25. Los que exceden esa edad son escasos.
Hasta ahora ninguno de los involucrados ha dado una buena excusa para hacer esas reuniones en un espacio público y no en sus propios hogares. Se reúnen, según dicen, por curiosidad, por querer formar parte de algo, y, fundamentalmente, para beber gratuitamente, ya que en muchos casos hay gente que regala bebidas alcohólicas de distintas marcas.
A las autoridades semejantes reuniones no les agradan. Algunos alcaldes han intentado prohibirlas, pero los jóvenes no acatan las órdenes. La mayoría de los participantes terminan embriagados, y muchos son detenidos por la policía u hospitalizados por los servicios de emergencia médica, pero el ambiente, en general, es festivo. Quizás lo que seduce a los jóvenes es la sensación de construcción de una zona temporalmente autónoma, pues al fin y al cabo, más allá de que las reuniones se divulguen por todos los medios, éstas nacen supuestamente de la iniciativa de gente anónima que hacen cuentas en Facebook clandestinamente con el sólo fin de organizar los eventos y desaparecer después, rodeados de misterio, en el anonimato.
Al asunto se lo plantea como un episodio único e irrepetible, y al parecer por ello es tan importante no perdérselo. Las ciudades compiten entre si para determinar quien tiene al ejército de jóvenes con más tiempo libre dispuesto a prestarse al alcoholismo.
No obstante no todo es neohippismo juvenil. En Nantes apareció la primera víctima fatal del descontrol alcohólico.
Hay gente de la prensa interesada por el fenómeno. En Le Journal du Dimanche, por ejemplo, sugieren que podrían haber grupos libertarios o anarquistas detrás de las aglomeraciones, y también señalan que todo podría tratarse de una extraña estrategia de marketing de las empresas que realizan delivery de bebidas. Lo cierto es que, sea el que sea quien esté detrás, al hacer lo que hace le da una buena mano a Facebook para ganar terreno en el Hexágono. Seguramente desde la empresa norteamericana brindarían por ello. 

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