lunes, 7 de marzo de 2016

La locura de amar

Pese a que En attendant Bojangles es una novela que circula desde el 2014, recién con la reedición de enero de este año los lectores franceses descubrieron masivamente a la prosa de Olivier Bourdeaut.

Empecemos por explicar el título: el Bojangles al que se espera es el mismo vagabundo bailarín de la famosa canción norteamericana compuesta por Jerry Jeff Walker, y grabada por una infinidad de artistas que incluye a Bob Dylan, Billy Joel, Elton John, John Denver, Sammy Davis Jr., JJ Cale, Harry Nilsson, Cat Stevens, Jaime Cullum, Neil Diamond, Whitney Houston, Dolly Parton, Harry Belafonte y hasta Hugues Aufray (que la registró en francés). Sin embargo la versión que se usa en esta historia es la creada por Nina Simone, la cual resulta ser la canción preferida de una pareja, que es la que protagoniza la narración.

El otro personaje importante en esta novela es el niño que narra. En attendant Bojangles es eso: la historia de una pareja que ha tenido un hijo que vive con ellos. Pero la pareja no es una pareja promedio de trabajadores que repiten una rutina en la que madrugan para ganar lo suficiente como para pagar las cuentas, comprar comida y ahorrar para visitar la playa durante una semana una vez por año. Se trata, en cambio, de dos bohemios, locamente enamorados el uno del otro. Bien podrían ser Zelda y Scott Fitzgerald viviendo en los felices años veinte.

El niño, del que nunca sabemos su edad, pasa sus días en el enorme departamento de la familia, viendo cómo sus padres organizan fiesta tras fiesta, a las que son invitados toda una galería de curiosos personajes. El pequeño convive allí además con Mademoiselle Superfétatoire, una grulla que vuela libre dentro de la residencia. También va a la escuela, pero lo hace advertido por sus propios padres de que no debe tomarse en serio lo que allí le digan –ellos quieren que gane conocimientos pero no que lo adoctrinen. Y si bien alguien puede pensar que todo lo contado se trata de una fantasía infantil, la presencia de algunas páginas del diario personal del padre refuta esa conjetura.  

Ese escenario idílico se ve desarticulado cuando la mujer (de la que nunca sabemos el nombre, ya que el niño la llama “mamá” y el marido la rebautiza con un nombre diferente cada día en una especie de juego de amantes) empieza a descender hacia lo patológico y deviene un caso psiquiátrico.

Allí empieza la lección de vida, y la locura no acaba con el amor, sino que, por el contrario, lo incrementa. La novela se vuelca a expresar entonces lo que es el amor entre un padre y un hijo, entre un hijo y una madre, y entre dos esposos. Una suerte de alegre melancolía recubre así a esta sagrada familia.

Profession du père de Sorj Chalandon es una novela reciente que aborda el tema de la aparición de la locura en los padres. Mas si bien la obra de Chalandon muestra el costado triste y destructivo de esa situación, la de Bourdeaut intenta hablar de la ternura, el cariño y la luz que emerge de esa sumatoria de duros momentos. Por ello lo que sedujo a los franceses es el optimismo que atraviesa al libro. 

En Francia a Olivier Bourdeaut lo ven como emparentado a Boris Vian (autor de L'écume des jours) y a Alexandre Jardin (autor de Le Zèbre). Yo agregaría que también hay en este autor un diálogo con sus colegas latinoamericanos de aquel movimiento llamado “Boom”.

* Bourdeaut, Olivier. En attendant Bojangles. Finitude, Le Bouscat, 2016, 15,50 €

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