viernes, 30 de enero de 2015

Las 21 películas esenciales de la cinemateca francesa del siglo 21

L’essentiel est invisible pour les yeux
Le Petit Prince

Hay muchas maneras de hacer una lista. La que sigue a continuación no pretende reunir los títulos de las películas más taquilleras, ni de las películas más premiadas, ni de las películas más aprobadas por los críticos, y ni siquiera de las 21 películas de mayor calidad realizadas en Francia entre 2000 y 2014. Lo que intento hacer con esta lista es combinar todos esos criterios para seleccionar 21 películas que representen lo esencial de la cinemateca francesa del siglo 21. Es decir, más allá de que las películas sean buenas o malas, o que hayan sido aclamadas en todo el mundo o sólo en el Hexágono, o que hayan movilizado masivamente a la gente hacia los cines o sólo hayan conseguido vender un puñado de entradas, lo que a mi me interesa es identificar a esas obras que han penetrado en el imaginario cultural francés y hoy son parte de la memoria colectiva de Francia.

21. Astérix et Obélix : Mission Cléopâtre (2002)


La segunda película de la saga de los famosos héroes caricaturescos Asterix y Obelix los pone esta vez a buscar aventuras en el Antiguo Egipto. Lo que tiene esta obra es que el humor proviene de una serie de chistes en francés y pequeñas parodias distribuidas a lo largo de la cinta (hay alusiones a Star Wars, Matrix, Titanic, Cyrano de Bergerac, Benny Hill, etc). Es como un episodio de The Simpsons.

20. The Artist (2011)


The Artist (y no L’Artiste) es un pastiche que homenajea al cine clásico de Hollywood, aquel que no precisaba del color para ser una fábrica de ilusiones. Filmada como una pieza de cine mudo, la obra fue promocionada internacionalmente ocultando su origen francés, lo que le permitió ganar el Oscar a la Mejor Película del año. Ello generó cierta incomodidad entre los franceses, pero no evitó que se vanagloriaran de haberles dado una lección de nostalgia y cinematografía a los EEUU.

19. La vie d’Adèle (2013)


Una historia de amor sáfico adolescente, con fuertes escenas de sexo incluidas, cuyo mayor logro fue haber obtenido la Palma de Oro en el Festival de Cannes. La película emergió justo cuando en Francia se discutía acaloradamente acerca de la conveniencia de legalizar los matrimonios entre personas homosexuales, y a raíz de ello se convirtió en una especie de estandarte del elegebetismo galo.  

18. Saint Laurent (2014)


Cuando Yves Saint Laurent murió en 2008, los franceses supieron que el diseñador de indumentaria había ingresado al panteón donde moran los restos de los héroes culturales del Hexágono. Por tanto era cuestión de tiempo para que adquiriese una especie de estatuto mítico que lo tornase invulnerable a las críticas. Saint Laurent, dirigida por Bertrand Bonello, es una biopic que muestra los momentos más sórdidos y decadentes del querido Yves, junto a reproducciones de la magia que supo fabricar. Al no ser hagiográfica, la obra agiganta el mito de Saint Laurent mucho más que cualquiera otra obra que lo tenga por protagonista.  


Una comedia multiculturalista, en la que un par de franceses católicos y blancos aprenden a convivir en armonía con gente de otras razas y religiones. La película, más allá del mensaje positivo, explota un humor tan políticamente incorrecto, que los estadounidenses se negaron a difundirla en sus cines por considerarla más ofensiva que divertida.


Otra comedia que se ríe de los estereotipos: en este caso un habitante del sur de Francia es transferido hacia el norte por el organismo para el cual trabaja. Deprimido porque creía que iba a mudarse a un lugar tosco y rústico, descubre en cambio que en esa parte del país habitan personas encantadoras, y termina luego consiguiendo su complicidad para embaucar a su esposa. Es una suerte de oda a la Francia de alma sencilla y libre de pretensiones extravagantes, la misma que aparenta sobrevivir entre los pueblitos de provincia.

15. Un long dimanche de fiançailles (2004)


La cinematografía francesa produjo en el siglo 21 varias películas ambientadas durante la Primera Guerra Mundial (La chambre des officiers, Joyeux Noël, etc.), pero Un long dimanche de fiançailles es especial debido a que, oficialmente, no es considerada francesa. Sucede que la Warner Bros. invirtió una buena cantidad en el desarrollo de la obra –una historia de amor protagonizada por Audrey Tautou–, lo que hizo que el gobierno de Francia se negara a subsidiarla, pese a que los franceses mantuvieron el control creativo y se responsabilizaron por la presentación final de la película.

14. Welcome (2009)


Un alegato a favor del humanismo. El argumento es así: un joven kurdo, que vive ilegalmente en Calais, quiere llegar a Inglaterra para reunirse con su novia; sin embargo el viaje no es tan sencillo para él, dada su condición de habitante irregular en Europa; por ello decide tomar clases de natación con un instructor francés, con la intención de cruzar a nado el Canal de la Mancha, una tarea más bien complicada incluso hasta para los nadadores experimentados. La película sirvió para disparar la discusión sobre las leyes que criminalizaban la asistencia a inmigrantes ilegales que regían sobre Francia. 

13. La môme (2007)  


Conocida internacionalmente como “La vie en rose” (el título “La môme” es un nombre demasiado francés para referirse a Édith Piaf), la película convirtió a la actriz Marion Cotillard en una megaestrella del cine internacional. La intensidad con la que interpreta sus escenas es abrumadora. El homenaje a la desdichada Piaf es bastante respetuoso, pese a que la película intenta deliberadamente ser un producto de consumo masivo.

12. Les triplettes de Belleville (2003)


Una obra de animación en la que una heroína inverosímil debe rescatar a un ciclista campeón de las garras de la mafia. La película es obsesivamente detallista, llena de toques surrealistas y referencias paródicas y satíricas hacia el universo de Disney. Ideal para padres que quieren que sus hijos crezcan de alguna manera desintoxicados de la influencia de Hollywood (y desconectados del resto del rebaño).

11. Intouchables (2011)


Un francés adinerado y paralítico decide hacerle un favor a un negro desempleado: básicamente ese es el argumento de esta película. La relación entre el benefactor y su simpático ayudante crece hasta convertirse en una verdadera amistad. Al final el negro descubre lo maravilloso que es vivir asimilado en Francia.

10. La guerre est déclarée (2011)


Muchas películas se basan en la reconstrucción de hechos reales, pero es un tanto inusual que además estén protagonizadas por las propias personas que vivenciaron esos hechos. En La guerre est déclarée los actores Valérie Donzelli y Jérémie Elkaïm recrean el drama que vivieron cuando se enteraron que su hijo de 18 meses de edad tenía un tumor en el cerebro. Una película intensa pero no voyeurista, que habla sobre la alegría de vivir.

9. Le goût des autres (2000)


Seis personajes que provienen de distintos estratos sociales entrecruzan sus vidas cuando un empresario empieza a tomar clases de inglés con una actriz. Una película inteligente y emotiva.

8. Un conte de Noël (2008)


Una buena historia sobre las tensiones familiares.

7. Être et avoir (2002)


Los documentales suelen tener una voz en off que hilan la narración y desarrollan una idea. A Être et avoir esa voz externa no le hace falta: en una escuelita rural de la campiña francesa, un maestro, con sobrada paciencia y ternura, trabaja día a día con un grupo de niños y adolescentes. Al final queda claro que el hombre no sólo les transmite conocimientos a sus pupilos, sino que también les inculca valores, demostrando ser alguien que es capaz de expresar una enorme y sincera compenetración con cada uno de ellos.

6. Le scaphandre et le papillon (2007)


Otra coproducción franco-americana. Jean-Dominique Bauby, un periodista francés, sufre un ACV que lo deja parapléjico. Aún así no pierde su capacidad para comunicarse: puede mover su ojo izquierdo. Pestañeo a pestañeo, escribe un libro, se reconcilia con su familia, y muere habiéndole contado su historia al mundo. La película es impactante, puesto que toma el punto de vista del protagonista y trata de reproducir al mundo tal y cómo él lo percibió (sensitiva y emocionalmente) tras haber sufrido el accidente. 

5. Les choristes (2004)


Les choristes es una remake de La cage aux rossignols, una película de 1945. La historia gira en torno acerca de cómo algo que, a primera vista puede parecer insignificante, en realidad es capaz de crear un cambio de mentalidad muy profundo en las personas: un maestro llega a una escuela en donde todos los estudiantes son niños revoltosos e indisciplinados, y gracias a la creación de un coro todos aprenderán a valorarse a si mismos.

4. Un prophète (2009)


Un drama carcelario. La película sigue el ascenso de un delincuente árabe que termina por devenir rey del submundo criminal en el cual vive. 

3. Entre les murs (2008)


François Bégaudeau es un escritor que supo trabajar como profesor de literatura en una escuela secundaria de París. A partir de esa experiencia escribió una novela, que luego se transformó en película. El protagonista del filme, el profesor François Marin, está encarnado por el propio Bégaudeau. La cámara recorre el recinto escolar, y captura tanto los conflictos que se generan en las aulas multiétnicas, como los esfuerzos de los docentes por tratar de superar la resistencia de los estudiantes e inculcarles valores positivos y conocimientos verdaderos. Esta obra también obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes.    

2. Rois et reine (2004)


Dos personajes opuestos (un hombre y una mujer que supieron ser pareja) se ven obligados a reconciliarse para ayudar al hijo de ambos, un niño autista. Ella es una heroína trágica que parece haber escapado de una obra de Ibsen, él, en cambio, bien podría protagonizar una película de Mel Brooks. Más que un largometraje, Rois et reine parece una novela.

1. Le fabuleux destin d’Amélie Poulain (2001)


Una tímida mujer vive en un Montmarte de fantasía, intentando ayudar a sus vecinos al mismo tiempo que apuesta a superar su soledad. La película da a entender que la vida en París (o en cualquier otra metrópolis) puede ser idílica si, simplemente, uno le aporta un poco de magia a los eventos cotidianos. La influencia que ha tenido Amélie tanto dentro como fuera de Francia ha sido enorme, afectando especialmente a los miembros de la generación correspondiente.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que las seis primeras son indiscutibles. De las demás yo dudaría en calificarlas de "esenciales".

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